Al acto de fumigar se lo conoce como fumigación. La acción consiste en la utilización de polvos en suspensión, vapores, gases o humo para lograr la desinfección de algo o eliminar plagas de los cultivos.

La fumigación, de este modo, suele concretarse a partir del uso de productos químicos que se esparcen desde un avión o se aplican de otro modo. La finalidad es repeler o destruir las plagas que pueden afectar a las plantas o la salud de las personas.
No existe una fecha exacta del año más apropiada para fumigar. No obstante, si observas cualquiera de las siguientes situaciones en tu propiedad, será sin duda una señal de que necesitas fumigar:
- Si ves que el número de insectos aumenta en tu hogar o negocio. Muchos insectos son de actividad nocturna. Si encuentras dos o más insectos de día en tu propiedad en un lapso menor o igual a tres días consecutivos, es una señal inequívoca de que requieres fumigar. Si tienes un negocio, por ley debes fumigar constantemente.
- Si al revisar tu plantación descubres que algunas plantas se encuentran dañadas en sus hojas, tallos o frutos por mordidas, o bien marchitadas. En este caso, deberás darte prisa, pues las plagas en los sembradíos son perniciosas y se reproducen rápidamente.
- Si te encuentras en temporada de lluvias, te conviene fumigar sobre todo en las casas, habitaciones y negocios, porque la humedad del ambiente propicia la reproducción de los insectos.
- Si tienes alguna parcela, deberás fumigar de forma preventiva antes de sembrar, después del binado y aporcado y, finalmente, antes de comenzar a cosechar.

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